Historias de éxito
El propósito de Integración Juvenil es mejorar su educación y salud y ofrecerles un lugar acogedor donde se sientan valorados y amados. Para los participantes que han desertado de la escuela, existe un programa de recuperación escolar que les permite regresar al sistema educativo público con una nueva motivación.
GREGORIO RAMÓN DEL ROSARIO
Gregorio asistió a Integración Juvenil desde 1984 hasta 1987. Cuando tenía 12 años, limpiaba zapatos en el parque central de Puerto Plata. Había ido a la escuela hasta el quinto grado y no tenía planes de regresar.
Los educadores de Integración lo invitaron a venir a conocer el programa y él decidió participar. Después de los tres años que pasó con Integración Juvenil, pudo comenzar su primer año de secundaria, donde permaneció hasta su graduación. Desde entonces, se graduó de la universidad con una licenciatura en Comunicaciones de la prestigiosa Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA). Actualmente se desempeña como locutor de radio en Radio Puerto Plata y como mensajero del Banco Nacional de Crédito. Gregorio se ha convertido en un hombre amable y confiado, y con mucha humildad y una gran sonrisa expresa su satisfacción y agradecimiento por el tiempo que ha pasado con Integración Juvenil.
SANDRA ALTAGRACIA ROBINZON
Cuando Integración Juvenil conoció a la joven Sandra, su autoestima y visión de la vida era sombría. “Cuando entré en Integración Juvenil, tenía 10 años y papá nos había abandonado”, explica Sandra. “Fue allí donde encontré un refugio, un cuidado y me enseñaron tantas cosas que han servido para dar una vida estable”. Entre otras cosas, da fe de haber aprendido a coser, tejer e interactuar sanamente con otros niños, una herramienta que nunca antes había tenido la oportunidad de perfeccionar. Hoy tiene 28 años y una familia feliz. También trabaja en la Zona Franca de Puerto Plata usando algunas de las habilidades concretas que aprendió en Integración Juvenil.
Sandra agrega: “Todo lo que aprendí en Integración Juvenil, lo enseño (a los niños) hoy”.
JOSÉ ANDRÉS RIVERA
Andrés trabaja como fotógrafo independiente y colabora regularmente con el periódico de Puerto Plata, El Faro. Hoy está casado y tiene dos hijos, Nicole Andreina y Mariagelis. “Un día cuando tenía 12 años durante una visita que hicieron los educadores de Integración Juvenil a mi barrio, me seleccionaron y me invitaron a participar con ellos en su programa. Recuerdo todo lo que aprendí porque fue muy divertido para mí; aprendimos a divertirnos.
Había un juego de sinónimos en el que te convertías en Doctor en Idiomas si ganabas, que formaba parte de un taller llamado 'Yo también soy artista'. Jugamos escuchando música de Bach, y aprendí mucho también: gramática, música clásica, entre otros. Estoy muy agradecida por todo lo que recibí en Integración Juvenil”.